sábado, 1 de octubre de 2011

A mi perro Curro

Respiro la fidelidad más pura a tu lado.
Río abiertamente sin limitar mis gestos mi amigo.
Siento tu ternura, y el calor que tus ojos solo pueden darme.
Con tus juegos y movimientos traviesos y espontáneos no cabe la reflexión tergiversada que a veces me ata en dolor, por que sólo con tu vida incuestionable me alivias, por que tu me enseñas que simplemente estar a veces es suficiente, y que frente a las enfermedades o la muerte hemos de fluir en una viajera normalidad.
Mi amigo, eres todo lo que un hombre debiera querer ser.
Mi niño, mi mejor compañero, eterno en mi corazón.


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