Pincho y pincho el tenedor y no alcanzo el guisante.
Luego otro tenedor, para ti guisante,
surgir delata pinchar y no pincharme.
Males de mi y de ti guisante.
Lluvia fina que acaba mojándonos Como nuestros incesantes pensamientos, nuestras efímeras sensaciones, nuestros infinitos recuerdos.