viernes, 8 de junio de 2012

4


Pincho y pincho el tenedor y no alcanzo el guisante.

Luego otro tenedor, para ti guisante,
surgir delata pinchar y no pincharme.

Males de mi y de ti guisante.

sábado, 2 de junio de 2012

3.

Me voy hacer masticable
y saca el jugo, te invito
mastica bien fuerte que sienta
que me estás comiendo
No juegues, jugo
líquido, espeso, como te caiga 
inunda tu conocimiento
mastica bien fuerte
no dejes nada para el siguiente
que viene



viernes, 1 de junio de 2012

2.

Coja la luna señor
para que yo la vea
Cójala hombre, no tema
mas tema mi horror 
al no tenerla
mas tema el dolor
que ya nos llega
Coja la luna señor
cójala que es buena

viernes, 20 de abril de 2012

1.

Por escalones helados
subo tu caracola
cortejando cerezos
qué puedo pedir.
Percibo los riesgos
en presente recuerdo
eunuco por dentro
aún dentro sin mi.
Me tiro del pelo
mi pelo dorado
¡cortejo cerezos!
qué puedo pedir


sábado, 5 de noviembre de 2011

La Inspiración

Y explícame tu, que tan pronto me llegas como tan pronto te vas.
Parece que te gusta darme versos cuando mi latir es funesto, mis caminos no atraviesan horizontes y no puedo respirar.
¿También tu eres mala? ¿pero cómo? si cuando me hablas me seduces con belleza, me colmas de serenidad y me ayudas a arrojar las dolencias.
Quizás te he podido conocer poco, o solo he creído hacerlo, o me estás susurrando a cada instante, aún cuando mi ánimo florece con la fuerza del aire primaveral.
¿Querías que hablase de ti? ¿es el secreto? para intuirlo y con ello dejar que me beses el alma segundo a segundo, sean cuales sean mis sensaciones, ya que tanto merecen saber de ti los que te buscan en tinieblas, como los que pasean por entre diamantes y no tiemblan.
Y ahí estas, en cada pequeña historia que dejo al pasar, en las hojas volátiles que me envuelven y en los ojos que con locura me miran y miro al compás.

viernes, 28 de octubre de 2011

Septiembre



Nos adentramos en el poder de la lujuria con tan sólo acercarnos estallando en sensaciones inimaginables, hambrientos el uno del otro, colmados de inusitada química.
Enlazamos nuestros cuerpos hasta hacerlos siameses,
rozándolos placenteramente proyectando armonía a la vista,
saboreando la extrema atracción.
Y nos fundimos en miradas que dejan intuir el éxtasis en cada balanceo sexual, sobre pasando los límites de la pasión carnal.
Inspiramos y expiramos, la creciente sudoración deja fácil penetración y las mentes no piensan, solo se dejan llevar.
Deseo que supera toda primitiva necesidad y obsesiona en cada beso, cópula, sin necesidad de hablar.
Acercándonos a la peligrosidad de un trance orgiástico que cada segundo nos pide más
.